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¿Qué pH tiene el agua del grifo, el agua filtrada y el agua embotellada?

Se viene turrita sobre el pH. Pero es necesaria, palabra. 

Y es que todo el día escuchando eso de pH neutro y leyéndolo en las etiquetas de los geles de baño cuando nos ponemos a mirarlos todos en el supermercado pero, ¿tú sabes a qué nos referimos exactamente con eso del pH?

No queremos ponernos extremadamente técnicas por aquí, pero las cosas importantes hay que tenerlas claras y las que afectan a nuestra piel (el mayor órgano de nuestro cuerpo), pues más. 

En este post ya te dimos algunas pistas sobre el concepto, pero hoy estamos aquí para aclararte cuál es la diferencia de pH entre el agua del grifo, el agua filtrada y el agua embotellada, para ver si de una vez por todas nos aclaramos todos con esto y tomamos una decisión informada de lo que queremos consumir y por qué. 

Aclaramos el concepto número 1: ¿qué narices es eso del pH?

Pues hija, nada más y nada menos que un tipo de medida que utilizan los químicos para clasificar los líquidos en función de factores como su acidez o su alcalinidad. Hasta aquí todo bien. 

La escala es muy clara, y va del 0 al 14: 

El pH neutro se sitúa en la mitad 7; hablaríamos de líquidos alcalinos cuando sean de 8 o más y de ácidos cuando estén por debajo de 7. 

¿Ya te has liado? Ahí van unos ejemplos, no te vayas a perder que todavía nos queda un rato. 

  • El zumo de limón tiene un pH de 2,5 (solo hay que ver la carita que ponen los bebés cuando lo prueban por primera vez).

  • El café que te tomas por las mañanas tiene un pH de 5.

  • El agua caliza, un 12. 

Entonces, ¿qué pH se supone que debería tener el agua que bebo?

Cuántas veces nos habrán hecho esta pregunta… Veamos, la Unión Europea dice que el agua potable debería situarse más o menos entre 6,6 y 9,5. 

La regla general es buscar un agua con cierta alcalinidad (7 y pico). El agua alcalina evita la acidez de las células, responsable de la oxidación y del envejecimiento. Para que te hagas una idea, la sangre o la leche materna son alcalinas.

¿Sabes cuál es la de tu casa? Pues seguramente no tienes ni idea, pero un experto (el nuestro, por ejemplo) puede venir a medirlo y decírtelo. Pausa publicitaria: Aquí puedes pedir cita ;)

¿Qué pasa si bebo agua con un pH malo para mí?

Como puedes imaginar, el tema del pH no es moco de pavo. Tal y como acabamos de ver, la Unión Europea regula este aspecto estableciendo el baremo en el que el agua potable, es decir, apta para el consumo, debería moverse. 

¿Qué ocurre si bebemos agua de un pH distinto al recomendado? Fácil: podría suponer un problema para nuestro organismo que, al fin y al cabo, está compuesto en gran medida de agua. 

Consumir agua con mucha acidez podría aumentar el riesgo de enfermedades como la osteoporosis, la retención de líquidos o incluso tener problemas para llevar a cabo nuestra regeneración celular. 

Agua del grifo, embotellada, osmotizada… ¿ya te has perdido?

Y llegamos así a la pregunta del millón: ¿agua del grifo, embotellada o filtrada? Estos son sus parámetros: 

  • Agua del grifo: suele tener un pH entre 7 y 8,5 aproximadamente. 
  • Agua embotellada: cada marca tiene un pH diferente, pero se sitúan entre 4,5 y 9,5 (¡un mundo!). 
  • Agua osmotizada: También depende muchísimo de la membrana y los postfiltros de cada equipo.  

Resumiendo: infórmate de este dato antes de optar por una marca u otra. ¡Es MUY IMPORTANTE!

Obviamente, la opción más sostenible siempre será la del grifo o la osmotizada. No está la cosa como para ir consumiendo plásticos por doquier. 

Por qué Osmotic

Sin ánimo de convertir este post en una cuña publicitaria, sí nos vemos obligados a hablarte de uno de los equipos de osmosis inversa más avanzados del mercado, Osmotic, que además resulta ser una creación de Corsa (guiño-guiño).

El equipo es la caña. Mira todo lo que hace: 

  • Primero porque produce agua alcalina y ya hemos visto que es importante.

  • Además, proporciona un agua de mineralización débil o muy débil, lo cual es especialmente recomendable en dietas asódicas, infantiles, para mujeres embarazadas o que están en periodo de lactancia. 
  • Además de riquísima (hasta para los paladares más exigentes), favorece la eliminación de toxinas y la digestión. Lo sabemos, maravilloso. 
  • Nos evita comprar garrafas y botellas. Que esto ya lo habíamos dicho pero es importante repetirlo muchas veces.

  • Elimina mogollón de componentes que se encuentran en el agua del grifo y que son peligrosos para nuestra salud, tales como el mercurio, el arsénico, el selenio, el aluminio y una larga lista que parece un repaso a la tabla periódica pero en mal. 

¿Te hemos convencido ya? Si no, siempre puedes pasarte por aquí y seguir maravillándote con las características de Osmotic. Palabrita que vale la pena.