Según datos de la Organización Mundial de la Salud, deberíamos tomar duchas de 5 minutos para reducir el consumo actual a la mitad, que está en 200 litros de agua por una ducha de unos 10 minutos.
Cada vez que tiramos de la cisterna, se gastan entre 8 y 10 litros de agua y, por ejemplo, si dejamos el agua del grifo correr mientras nos lavamos los dientes, estamos gastando más de 12 litros por minuto.
El primer paso para tomar conciencia, es identificar cuantos litros aproximados gastamos en nuestro hogar diariamente. Teniendo en cuenta estos datos, podemos optar por diferentes medidas que nos ayudarán a generar un ahorro de agua.
El cuarto de baño es donde el consumo de agua es más alto, ya que gran parte se gasta mientras nos duchamos. Para poder disminuir dicho consumo podemos seguir estos sencillos pasos:
- Optar siempre por una ducha rápida. Llenar una bañera de agua supone un gasto de hasta 250 litros de agua. No es necesario este consumo excesivo y siempre que podamos lo evitaremos y nunca lo convertiremos en un hábito frecuente.
- No abrir el grifo esperando a que el agua se caliente. Es normal que no queramos ducharnos con agua completamente fría y normalmente se necesita un minuto para que el agua salga caliente, pero para poder darle un provecho mientras se calienta el agua, podemos llenar por ejemplo el cubo de la fregona o el bol de agua de nuestra mascota.
- Cortar el agua mientras nos enjabonamos. Siempre que nos apliquemos champú para el pelo, suavizantes, mascarillas o exfoliantes, es muy importante cortar el agua, ya que estos pasos pueden llevarnos varios minutos y el consumo de agua se puede duplicar o incluso triplicar.
- Elegir un cabezal con prestaciones ecológicas. A la hora de comprar un nuevo cabezal para la ducha, elegiremos aquel que tenga prestaciones eficientes. También podemos adquirir un pequeño aparato que controla las pérdidas de agua. Es muy económico y nos ayudará a reducir entre un 18% y un 40% el agua. O los temporizadores de agua, que pasado un tiempo establecido, el agua se acaba, evitando prolongar en exceso la ducha.
Si aplicamos estas pequeñas medidas, podremos ayudar a reducir el consumo de agua y ser respetuosos con este bien, que cada día escasea más y que es de vital importancia.