Nunca antes se habían sufrido tantas alergias. ¿El motivo? Cada vez más nos vemos expuestos a sustancias químicas artificiales que están presentes en nuestro día a día. Desde asma hasta la dermatitis de contacto, existen muchos tipos de alergias que van desde lo más leve (picor o enrojecimiento de la piel, por ejemplo) hasta las más graves, como las reacciones anafilácticas.
A pesar de que todas las personas reaccionan de forma diferente al contacto de estos químicos, lo cierto es que existen algunos complementos que generan especialmente este tipo de reacciones. Veamos algunos de los más comunes:
- Cromo: se trata de un componente utilizado en los productos de cuero, por ejemplo.
- Níquel: sin duda, uno de los más habituales y que se encuentra por ejemplo en artículos de joyería. Al desprenderse de ellos, puede causar irritaciones al entrar en contacto con la piel.
- DMF o dimetilfumarato, una sustancia antimojo que se usa sobre todo en sobres que acompañan a artículos de todo tipo.
- Cloro: una de las sustancias más habituales, presente en el agua del grifo y responsable de debilitar nuestro cabello o incluso de provocar reacciones alérgicas en nuestra piel.
- Bisfenol A o BPA: un producto químico utilizado sobre todo en la fabricación de algunos plásticos o latas de alimentos, que se utiliza también en la fabricación de biberones y que puede llegar a ser muy nocivo para su salud.
Ante esta situación, ¿qué podemos hacer para mejorar los efectos que estos químicos tienen sobre nuestra salud? Una de ellas tiene que ver con utilizar algún tipo de tratamiento de aguas.
El descalcificador Olympia Plus de Corsa, por ejemplo, es el único del mercado capaz de eliminar también el cloro, además de la cal. .
Además, si lo que realmente queremos es evitar el uso de detergentes químicos, podemos recurrir a un sistema como el Oh!zono de Corsa, que instalado directamente en nuestra lavadora nos permite lavar y desinfectar la ropa sin utilizar ningún tipo de jabón, gracias a la tecnología del oxígeno activo.