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Los componentes químicos que debes evitar para tener un cabello sano

Todos deseamos tener un pelazo fuerte y sano. Sin embargo, a menudo prestamos poca atención al tipo de productos que utilizamos en el pelo, así como a la calidad del agua con la que lo lavamos varias veces a la semana.

No nos engañemos: vivimos rodeados de químicos que entran en contacto con nuestra piel y que terminan por generarnos alergias o problemas como eccemas, sarpullidos y un montón de cosas más desagradables que nos generan malestar e incomodidad. Eso por no hablar de que estos químicos, al entrar en contacto con nuestra piel, pasan a la corriente sanguínea y de ahí a todo nuestro cuerpo, pudiendo incluso causar daños en los riñones, el hígado y otros órganos.

Sí, mal rollo.

Comencemos analizando lo más importante: el agua de la ducha.

Vale, ya te hemos contado que algunos elementos químicos contenidos en el agua corriente, especialmente en grandes ciudades, pueden ser nocivos para la piel y el pelo.

¿Has notado cómo durante el verano nuestro cabello pierde brillo y se vuelve más áspero? Uno de los responsables es el cloro de las piscinas, que (sentimos darte esta noticia, de verdad) también está presente en menor medida en el agua que utilizas al ducharte. Exacto, no estás tranqui ni en la ducha, amiga.

El descalcificador puede ser la solución

 

Si te preocupa el agua con el que estás tratando tu cabello, puedes solucionarlo fácilmente instalando un sistema de tratamiento de aguas como Olympia Neo, el descalificador de Corsa que, además de eliminar la cal del agua, es el único del mercado capaz de eliminar también el cloro.

Además, debes tener especial cuidado con los champús y los productos que utilizas.

Estos son los ingredientes que debes evitar en los productos para el pelo

Sulfatos: seguramente hayas oído hablar de ellos en infinidad de ocasiones. Se trata de detergentes como el SLS, el ASL o el cloruro de sodio, que se comportan como muy buenos limpiadores pero que en personas con el cuero cabelludo muy sensible pueden llevar a la aparición de eccemas o a la extrema sequedad.

Parabenos: otro de los términos más comunes a la hora de hablar de cosmética capilar. ¿Qué son exactamente los parabenos? Se trata básicamente de conservantes, y algunos estudios los señalan como posibles cancerígenos, si bien no existen todavía conclusiones en este sentido.

Siliconas: se utilizan para aportar brillo y suavidad, si bien crean una especie de capa superficial en el cabello, dificultando que el resto de productos y tratamientos penetren correctamente.

Si de químicos hablamos, tampoco podemos dejar de hablar de aquellos que se encuentran directamente en el agua corriente que utilizamos para lavarnos el pelo.

Como te decíamos, instalar un descalcificador puede ser una buenísima idea. ¿Por qué? Para deshacernos de componentes nocivos como la cal o el cloro, aunque esto último solo es posible con Olympia Neo de Corsa.

Lo que comes también es importante

No es ninguna sorpresa que lo que comemos y nuestros hábitos de salud en general se reflejan también en el estado de nuestra piel o nuestro cabello. Por ello en un post dedicado a la salud de los mismos es obligado hacer aquí una pequeña mención al respecto.

Los expertos tienen clara la lista de los alimentos que resultan especialmente beneficiosos para lucir un cabello fuerte, sano y brillante: aguacate, espinacas, zanahorias, avena, aceite de oliva y frutos secos parecen ser lo más recomendado.

Truco de regalo: ojo con la temperatura del agua

¿Un último truquito? Al parecer la temperatura del agua también es un factor importante. Y es que a pesar de que un baño caliente puede resultarnos muy relajante, no se trata de la mejor idea para nuestra melena, ya que el agua caliente es responsable de hacer que se elimine la capa natural que hidrata y protege nuestro cuero cabelludo. El agua tibia y el agua fría son lo más recomendable.

Además, palabrita que unos chorros de agua fría al final de la ducha harán que tu cabello luzca muchísimo más brillante.