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El agua, vital para la digestión

Lo hemos oído por activa y por pasiva: el agua es un elemento fundamental para nuestra salud. Normalmente, cuando hablamos de la importancia de la hidratación solemos fijarnos en partes de la población como las personas mayores o los niños, pero lo cierto es que juega un papel fundamental en nuestro organismo y sus funciones. Funciones como, por ejemplo, la digestión. 

Y es que el agua es una de las herramientas que facilita este proceso, al encargarse de diluir todos los nutrientes de los alimentos y de transportarlos a las células, así como de transportar los desechos para que sean eliminados. 

Además, y por si eso fuera poco, el agua es responsable también de evitar problemas como la diverticulosis, una patología por la que se desarrollan pequeñas bolsas en el revestimiento del tracto digestivo y que se evita, de nuevo, bebiendo agua de calidad con regularidad. 

Especialmente importante en la digestión de los mayores

Si bien es cierto que el agua juega un papel fundamental en la digestión de todas las personas, en el caso de las personas mayores esto cobra especial importancia. 

¿El motivo? Como hemos visto, el agua transforma los alimentos cuando hacemos la digestión, porque los disuelve y los convierte en algo más sencillo de digerir. 

Lo que ocurre es que la habilidad de nuestro intestino para movilizar los alimentos es algo que se va perdiendo con la edad, por lo que el agua resulta especialmente de ayuda en estos casos. 

Tomando la cantidad de líquido adecuada conseguiremos evitar las digestiones pesadas o los problemas para eliminar estos desechos. 

¿Cómo utilizar el agua para evitar los problemas de digestión?

  1. Beber suficiente agua en general: una buena guía es beber entre 6 y 8 vasos diarios aproximadamente, aunque cada persona puede presentar unas necesidades diferentes dependiendo de la actividad física que realice, por ejemplo.

  2. Acompañar las comidas de agua o asegurarse de beber suficiente cantidad después de comer.

  3. Beber agua de calidad y libre de químicos: por ello, la instalación de un equipo de tratamiento de aguas en casa puede ayudarnos no solo a cumplir con la cantidad recomendada sino a hacerlo asegurando que se trata de un agua de calidad .

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