Si te has pasado por una cafetería de especialidad (esas modernas de ahora donde se lleva el latte art y donde el café no baja de los 2 euros y medio) te habrás dado cuenta de una cosa: el agua que utilizan para prepararlo o bien sale de una botella o bien sale de un grifo de osmosis.
Y es que, ¿a quién se le ocurriría preparar un café con agua del grifo? A nosotras ya te imaginarás que no. Como ya te explicamos en este post sobre cómo preparar la taza de café perfecta, el agua es tan importante como el café que utilizas.
Agua de grifo, hasta en la sopa.
No sabemos muy bien qué tipo de autosugestión nos hacemos, pero lo cierto es que por norma general prestamos mucha atención al agua que bebemos, pero no tanta a la que utilizamos para hervir nuestra pasta o preparar nuestras sopas.
Entendemos que es por el sabor camuflado del cloro y otras sustancias entre los demás ingredientes de la receta, pero ¿realmente crees que no se nota?
Gastronomía y agua: estos son los resultados de nuestro estudio
Tal y como te contábamos hace algún tiempo en un post anterior, uno de los estudios realizados en Corsa para comprobar cómo influía la calidad del agua en la textura y sabor de los alimentos concluyó que, efectivamente, nuestras sospechas eran ciertas.
El estudio contó con la participación de un consultor gastronómico externo que analizó en profundidad cómo cambiaban 40 alimentos al ser tratados con el agua del grifo o con el agua osmotizada de Corsa, concretamente Osmotic.
Infusiones, cocción de carne, verduras, pescado , legumbres, pastas y arroces, así como técnicas como la congelación, el desalado, la cocción o la hidratación fueron las protagonistas de este estudio en el que el experto gastronómico evaluó después los resultados a través de una cata a ciegas. Estas fueron las conclusiones:
- Por lo que respecta a la patata, en el caso del agua purificada esta se coció en menos tiempo que al utilizar el agua del grifo.
- El arroz blanco conservó mejor su color y también se coció en menos tiempo, lo que supone un ahorro de energía.
- En el caso del caldo de pescado, el resultado final fue menos turbio y con un sabor más ‘fino’ según el experto gastronómico.
- Cafés e infusiones más le resultaron más sabrosas con agua osmotizada.
- Finalmente, volvimos a observar un menor tiempo de cocción en el caso de alimentos de cocción larga tales como judías o lentejas.
No se lo preguntamos, pero ¿te imaginas la diferencia entre hacer hielos con agua del grifo o con agua osmotizada?
Sabemos que el agua puede modificar el sabor pero… ¿qué pasa con nuestra salud?
Una vez tenemos claro que el agua que utilizamos para cocinar no solo influye en el resultado final del plato sino también en otros factores como el tiempo de cocción, ¿sabemos qué ocurre desde el punto de vista de la salud?
Como te puedes imaginar, el consumo prolongado de los químicos que contiene el agua del grifo puede traer problemas a la larga. ¿Qué dice la OMS sobre el uso de agua en la cocina?
- En primer lugar, que desechemos el agua que hayamos utilizado para cocer alimentos. Si queremos reutilizar ese agua para algo, esta debe ser lo más pura posible, por lo que estaría desaconsejado que fuera la del grifo.
- En el caso de utilizar el agua como ingrediente del plato, esta debe ser, de nuevo, lo más pura posible.
- Es especialmente importante, dicen, que prestemos atención al agua que utilizamos para limpiar verduras y hortalizas.
En definitiva, que no queremos venderte nada: está demostradisimo que cocinar con agua filtrada como la que obtienes con Osmotic de Corsa es más saludable y está más rico. Así de fácil.
