El plástico se está convirtiendo en todo un peligro para la fauna y la flora, incluso para nosotros mismos.
El plástico ha cambiado nuestras vidas, se trata de un elemento de gran utilidad para las personas, pero multiplica el peligro para la fauna.
Actualmente se calcula que en todo el planeta unos 5.700 millones de toneladas de residuos plásticos no pasan por una planta de reciclaje. Cada año van a parar al mar unos 8 millones de toneladas de estos desperdicios y se ha convertido en toda una pesadilla para los animales y plantas que habitan en él.
Estos desechos de plástico acaban atrapando a peces y aves, y en muchos casos son ingeridos por ellos pensando que es comida, por lo que después muchos de los peces y animales que consumimos tienen fragmentos diminutos de plástico en su organismo, afectando sin duda a nuestra salud.
Muchas organizaciones llevan tiempo lanzando campañas y tomando acciones para reducir el consumo de plástico, así como acciones de limpieza de residuos en el mar, playas y bosques.
National Geographic hace meses que tiene en marcha la campaña #planetaoplastico, donde nos anima a compartir ideas sobre la reducción y el reciclaje de plástico, bajo el hashtag del mismo nombre.
Y aunque sabemos que el plástico está muy presente en nuestro día a día, siempre podemos tomar medidas para reducir la cantidad de deshechos.
Dejar de usar bolsas, pajitas o botellas de plástico. Comprar a granel, y evitar al máximo la compra de alimentos envasados en plástico. Reciclar siempre.
Si vas a la montaña o la playa, coge una pequeña bolsa de tela y aprovecha el paseo recogiendo todos los envases o plásticos que encuentres.
Todavía no sabemos con exactitud cuál será el impacto que tendrá a largo plazo sobre la fauna ni tampoco sobre nosotros, ya que es un invento relativamente reciente, pero sabiendo que el plástico es un material que tarda más de 450 años en biodegradarse, debemos tomar conciencia desde ya para dar un paso hacia la pro sostenibilidad.
