¿Sabías que cuando la sed se manifiesta, nuestro organismo ya está parcialmente deshidratado?
La sed es un recurso que emite el cerebro para avisarnos de que necesitamos hidratarnos. Mucha gente considera que es el cuerpo el que te avisa cuando necesita agua, pero sin darle mayor importancia. Pero sin duda, es una llamada de alerta de nuestro cuerpo.
Por ejemplo, uno de los deportes en los que más necesitamos hidratarnos es la natación, y en cambio la sensación de sed normalmente es baja mientras estamos realizando dicha disciplina.
Durante los meses de invierno, la sensación de sed tiende a disminuir por el frío, pero en realidad necesitamos hidratar nuestro cuerpo de igual manera, ya que el contenido de agua que contiene nuestro organismo debe ser repuesto y es algo de lo que tenemos que ser conscientes cada día.
La deshidratación aparece cuando la pérdida de líquidos es superior a la que necesitamos para que nuestro cuerpo funcione de manera correcta y los signos más claros de deshidratación leve son el cansancio, la falta de elasticidad de la piel y la falta de apetito. Pero pueden llegar a ser más fuertes si la bajada de agua es mayor, produciéndose vómitos, mareos o pérdida de visión.
¡Así que no esperes a tener sed para beber agua!, ni a tener los labios secos, ya que es un signo claro de deshidratación.
Lleva siempre contigo una botella pequeña de agua y procura tener agua a tu disposición cuando estés fuera de casa.
Los expertos recomiendan beber entre dos y tres litros de agua diarios, ya que es la cantidad que nuestro organismo pierde a lo largo del día y que necesitamos reponer, sin importar las condiciones o estación del año.
¿Y tú sabes cuánta agua bebes al día?