Si eres un habitual por este blog ya sabrás que uno de los grandes enemigos de nuestra piel y nuestro cabello es el cloro, presente no solo en las piscinas en las que nos bañamos en verano, sino también en el agua corriente con la que nos duchamos todos los días.
Tal y como te contábamos en este mismo blog hace unos meses, el problema del cloro como compuesto químico es, en este caso, el hecho de que debilita la fibra capilar, con la consiguiente falta de brillo que deja nuestro pelo con ese aspecto apagado y desgastado. Además, también puede influir en la aparición de eccemas o picores en el cuero cabelludo e incluso provocar la caída de cabello.
¿Qué podemos hacer entonces para protegernos de sus efectos? Toma nota.
- En el caso de que vayas a la piscina con asiduidad, es importante que utilices un gorro protector y que lo hidrates con frecuencia para evitar la debilitación de la fibra capilar.
- Otro truco consiste en aplicar un poco de acondicionador sin aclarado antes de entrar al agua, ya que esto puede ayudar a que parte del cloro no sea absorbido por el cabello.
- Preocúpate especialmente de la hidratación, aplicando mascarillas de aceites naturales como el aceite de coco al menos una vez cada 15 días.
- En el caso del agua de la ducha, especialmente si vives en una gran ciudad, una buena idea es instalar un sistema de tratamiento de aguas. El Olympia Plus de Corsa es un descalcificador que, además, es el único del mercado que elimina también el cloro. Además, con un descalcificador evitarás el uso excesivo de productos cosméticos al contar con un agua más blanda, libre de cal. ¿Quieres saber más?Te lo contamos aquí.