La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y, como tal, debes cuidarlo como se merece. En un adulto promedio, esta ocupa aproximadamente 2 metros cuadrados y pesa alrededor de los 5 kg. Increíble, ¿verdad?
Durante el invierno, la piel se ve expuesta a temperaturas más extremas y en general a las inclemencias climatológicas, algo que se hace aún más problemático en aquellas zonas más sensibles, tales como los labios, las manos, las mejillas o el pecho.
¿Quieres saber cómo debes cuidarla durante esta época del año? Toma nota.
- Hidrátate por dentro y por fuera: y es que, en general, durante el invierno, al tener la piel menos expuesta, olvidamos la hidratación de nuestro cuerpo, igual de importante durante esta época del año. La crema hidratante después de la ducha es un ‘must, tal y como lo es beber la cantidad de agua necesaria todos los días.
- Dale a tu piel lo mejor: ¿sufres de problemas como irritación o eccemas a menudo? Instalar un descalcificador doméstico puede ser la solución. El de Corsa, por ejemplo, es capaz de eliminar la cal del agua pero también es el único del mercado que, además, elimina el cloro, otro componente nocivo para nuestra dermis.
- Evita los productos muy agresivos para la higiene y la hidratación y opta por los suaves y testados dermatológicamente.
- Una de las zonas más sensibles al frío son los labios: no olvides llevar siempre encima un cacao o bálsamo para hidratarlos.
- Evita los cambios demasiado bruscos de temperatura, ya que estos provocan la aparición de capilares dilatados.
- Cuida la alimentación: y es que tal y como ocurre durante el resto del año, la alimentación es sin duda uno de los factores clave a la hora de cuidar de nuestra piel. Aumenta el consumo de vitamina C y antioxidantes y, por supuesto, no olvides beber la cantidad necesaria de agua cada día.
- ¿Tienes manchas en la piel y estás pensando en realizar algún tipo de tratamiento? ¡El invierno es la mejor época para hacerlo! Al no estar tan expuestos al sol, podemos optar por peelings químicos y tratamientos más intensivos.
Y tú, ¿cómo cuidas tu piel en invierno?