¿Sabías que la medida que más vidas ha salvado, justo por delante de las vacunas, es la potabilización del agua?
El agua es el recurso más preciado del siglo XXI y una de las protagonistas de los objetivos de desarrollo sostenible planteados. ¿El motivo? Es indispensable para nuestra supervivencia como especie, una población que podría alcanzar los 8.000 millones de personas en menos de 50 años.
El problema del que debemos tomar consciencia es su carencia: y es que la falta de agua potable provoca ya millones de muertes cada año. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren unos 3,4 millones de personas, mayoritariamente niños, por culpa de enfermedades relacionadas con el mal estado del agua, principalmente dolencias como el paludismo, que mata a un millón de personas aproximadamente cada año.
Aquí van algunos datos más para tomar consciencia sobre el problema:
- Una de cada seis personas en el mundo aún no dispone de agua potable, lo que hace que una de las enfermedades más comunes en el mundo sea la infección con lombrices intestinales.
- Alrededor de unos 2.400 millones de personas no tienen acceso al saneamiento básico y el 40% de la población carece de alcantarillado.
- El 97% del agua de la que dispone el planeta es salada, pero gracias a los glaciares y el resto de agua dulce tendríamos suficiente para todos. ¿El problema? Su reparto es desigual y solo 10 países disponen del 60% de los recursos.
Además de ser conscientes del problema, es importante que como ciudadanos controlemos nuestro consumo de agua mediante pequeños gestos como apagarla cuando nos lavamos los dientes o controlar la cantidad que utilizamos durante la ducha.