Que lo que consumimos y cómo lo consumimos tiene un impacto medioambiental ya lo sabíamos pero ¿somos conscientes realmente de lo que le supone a la naturaleza?
Un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) se centró en el consumo masivo de agua embotellada y los resultados son espeluznantes.
Basándose en el caso de Barcelona, la investigación publicada en ‘Science of the Total Environment’ examinó el impacto del agua embotellada en la ciudad, donde es la opción más popular entre la población. Esta tendencia resulta 3.500 veces más nociva para nuestros ecosistemas que beber agua del grifo, lo que significa que si todos los ciudadanos de Barcelona consumieran agua embotellada el impacto de los recursos naturales sería 3.500 veces mayor que en el caso del agua del grifo.
A pesar de los intentos públicos por mejorar el sabor y la calidad del agua de la ciudad, lo cierto es que la mayoría de sus ciudadanos continúan recurriendo al agua embotellada. Sin embargo, el estudio afirma que consumir agua del grifo es la mejor opción, ya que genera menos impacto.
¿La alternativa? El uso de filtros domésticos que no solo reducen el efecto sobre el medio ambiente, sino que también lo hacen sobre la salud de la población: “El uso de filtros domésticos, además de mejorar el sabor y olor del agua del grifo, puede reducir sustancialmente los niveles de trihalometanos’, apunta Cathryn Tonne, investigadora y autora del estudio.
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