Somos conscientes de que el gasto de agua que realizamos en nuestras actividades diarias resulta en ocasiones escandaloso, tal y como te contábamos en este mismo blog hace solo unos días pero, ¿sabemos realmente cuánta agua consumimos, por ejemplo, en una actividad tan cotidiana como la ducha que nos damos todas las mañanas?
Los datos son estremecedores: y es que aunque tardemos unos diez minutos en ducharnos, el consumo total de cada una de esas veces es de nada más y nada menos que 200 litros de agua. Lo que, por supuesto, además de tener efectos sobre el medio ambiente también los tiene sobre nuestra factura todos los meses.
Según informa la OMS, organización encargada de realizar y publicar este estudio, la recomendación general sería la de consumir aproximadamente un 150% menos de agua en la ducha. Y es que, siendo la media de 95 litros (lo que correspondería a una ducha de unos 5 minutos, aproximadamente), la realidad continúa siendo alarmante, sobre todo al tener en cuenta que esa cantidad de agua podría servir para dar de beber a una persona durante nada más y nada menos que 50 días.
Hoy en el Blog Corsa queremos darte una serie de recomendaciones para reducir el consumo de agua durante la ducha. Toma nota.
¿Cómo puedo reducir el consumo de agua durante la ducha?
- Instala un reductor de caudal: o lo que es lo mismo, un aparato que mezcla el agua con aire para reducir su caudal, permitiéndonos ahorrar en el consumo total sin perder la sensación de ‘cantidad’ de agua que buscamos al ducharnos.
- Pon un temporizador: otro de los trucos más socorridos a la hora de ahorrar agua en la ducha consiste en preparar un temporizador antes de ducharnos para, de esta forma, ser conscientes de la cantidad de tiempo que pasamos realizando esta actividad, obligándonos a no remolonear en este sentido y, por lo tanto, a ahorrar en el consumo total de agua.
- Instala un descalcificador: ¿el motivo? Al eliminar la cal del agua ahorraremos en cantidad de productos higiénicos (jabón, champú….) ya que será mucho más fácil crear espuma y, por lo tanto, pasaremos menos tiempo debajo del chorro de la ducha.
- Apaga el grifo cuando te enjabones: el más sencillo de los trucos pero, a la vez, uno de los más eficaces. Y es que la cantidad de agua que se desperdicia cuando nos enjabonamos el pelo, por ejemplo, contribuye a aumentar notablemente nuestro consumo general durante la ducha.
- Cuidado con la temperatura: otro de los momentos en los que desperdiciamos más agua es sin duda el momento en el que regulamos la temperatura. Para ello, revisar nuestro calentador para que funcione correctamente o instalar un sistema eco-stop (que nos permite detener el flujo de agua y restablecerlo con el mismo caudal y temperatura) serán medidas muy eficaces para el ahorro en este sentido.
nstala un sistema de ahorro: dando una vuelta por la red descubriremos un montón de utilidades para ahorrar agua. Algunas de ellas tan sencillas como la bolsa Esferic, un sencillo invento en forma de bolsa de plástico que se coloca en el grifo de la ducha y que va recogiendo el agua que vamos desperdiciando para que pueda ser reutilizada.